Líder – hartazgo

Pocos temas han sido tan estudiados y pocos tal vez,  a pesar de tanto estudio, siguen tan cuestionados, motivo por el cual sigue  vigente su búsqueda de significado, dando cabida a muchos adjetivos para calificarlo. El concepto de liderazgo lleva consigo, asociada a su misma naturaleza, la comprensión del efecto favorable sobre la institución que se lidera.

El liderazgo establecido parece no acercarse a mostrar los avances deseados en política, empresas, religiones e instituciones de distinta naturaleza. Luce cada vez más notoria la creciente brecha entre los representados y los representantes. Una suerte de desapego entre quienes dirigen y aquellos que son dirigidos.

Por otro lado la erosión de la convivencia en muchas naciones, las crisis financieras y éticas en los negocios, las desigualdades y la inocultable contaminación ambiental, son síntomas imposibles de soslayar y anuncian el fracaso del «liderazgo» establecido para dar respuesta a los temas fundamentales del ser humano.

Posiblemente por ello buscamos dar forma a otro modelo de liderazgo. Se habla de liderazgo situacional, liderazgo transaccional, liderazgo consciente, liderazgo ético, liderazgo auténtico y mucho otros. Es normal encontrar en los foros y congresos preguntas respecto a como desarrollar el liderazgo, acerca de la importancia del liderazgo como una competencia clave, del valor del liderazgo e infinidad de publicaciones al respecto. En fin, un proceso que parte, en mi criterio de premisas falsas.

El liderazgo no puede ser abordado ni entendido desde los modelos de administración científica, de hecho, el liderazgo no es una competencia que se adquiere, ni una teoría que se aprende. La capacidad de liderar no tiene que ver con conocimiento y experiencia, esa es la capacidad de gestionar recursos, pero, y acá el quiebre, los humanos no somos recursos que podamos ser gestionados o administrados.

Tampoco consiste en la capacidad de influir ni de motivar a otros, que puede perfectamente mezclarse con la habilidad para manipular. De hecho, muchos personajes de la historia, famosos por su capacidad de «influir en otros» han llevado a la muerte a millones de personas.  Han «influido» y «motivado» a muchos resonando con las carencias de éstos, en el resentimiento o la avaricia, miedos y ambiciones por nombrar solo algunas.

Para acercarnos a sociedades viables y empresas que pasen la prueba del tiempo, debemos comenzar a desacoplar los conceptos de gestor o gerente con el de líder. Hace falta dar la bienvenida a nuevos paradigmas sobre la comprensión de la naturaleza, medios y fines de las persons físicas y de las personas jurídicas.

El primero, la función de gestionar o gerenciar,  es un proceso cognoscitivo, donde la inteligencia, los conocimientos y la experiencia, son clave, es un proceso científico, consiste en administrar los recursos disponibles a fin de alcanzar de manera eficiente y eficaz los objetivos establecidos, en un marco de cumplimiento de normas y procedimientos que garantizan orden y control.

El segundo, liderar, tiene que ver con el proceso de inspirar y guiar personas naturales y jurídicas a descubrir su propósito, para crear riqueza económica y social de manera sostenible, en un marco de equilibrios y estabilidades obteniendo eco y resonancia en la gente. Este es un proceso que parte de la congruencia e integridad del ser, en las organizaciones, ocurre en personas que han alineado su profesión con su misión, como presento en el libro titulado «de la Revolución Industrial a la Evolución Empresarial»

El liderazgo es por tanto un tema de consciencia, al cual nos acercamos desde el proceso de desincorporar los elementos de nuestra personalidad (creencias basadas en temores), que afectan nuestra integridad y congruencia. No se aprende ni se desarrolla, es un proceso de introspección  y transformación que nos lleva a alinear nuestra misión (llamado) con nuestra profesión (competencias).

Toda persona jurídica, sea una organización, empresa, o nación,  necesita ambas caraterísticas en sus ejecutivos. El sistema actual forma extraordinarios gestores o gerentes, pero hemos confundido la esencia de lo que significa liderar. Bienvenido a ser protagonista del cambio de época que ya comenzó.

Consultor internacional y escritor (venezolano, español). Agente de transformación de las organizaciones y sus lideres. Especialista en los procesos de integración cultura y estrategia, profesionalización de empresas familiares y “Turn-Arond” de negocios en crisis. Facilitador y Certificador de Barrett Values Centre
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