El llamado para un modelo emergente y nuevo de negocios

El  Heal Summit acaba de finalizar. Seis días de exploración sobre el trabajo emergente dedicado a la sanación personal.

Una experiencia para ver y ser escuchada que nos invita a dar la bienvenida a la comprensión de la conexión entre el mundo físico y el mundo de los campos de energía (física cuántica), entre las enfermedades y los procesos de sanación más allá de la medicina tradicional. Una experiencia integral que cuestiona el sistema actual.

Presentaciones de alto nivel acerca de la integración entre ciencia y consciencia, para ofrecer una nueva perspectiva en la comprensión del bienestar humano. Joe Dispenza, Bruce Lipton, Deepak Chopra y Gregg Braden , entre muchos otros autores reconocidos en el campo, presentaron un enfoque abarcador acerca de la conexión entre intenciones, creencias, emociones y pensamiento por un lado, y la neuro-ciencia, genética, epigenética y biologia por el otro. Una jornada de integración con la invitación a trascender el cuerpo de conocimientos y prácticas de la medicina tradicional, no por ser inadecuados, sino por sus limitaciones inherentes.

Una combinación de ciencia y espiritualidad que nos acerca al bienestar humano como un aspecto integral que requiere trabajar todos los cuerpos que configuran la experiencia humana: el físico, el emocional, el mental y el espiritual. El reconocimiento que el ente que gobierna la vida es el campo de energía que determina la estructura de la materia.

En este enfoque integral queda en evidencia que el «modelo de vida actual» no soporta plenamente la vida. La contaminación del aire y agua, la alteración de la comida debido al uso de antibióticos en los animales y el uso de químicos en la industria de alimentos: conservantes, fertilizantes y pesticidas. El continuo estrés emocional y mental como resultado de dar respuesta a las demandas de competitividad del mundo moderno, operando en un sistema económico que se basa en escasez, competencia, crecimiento sin límite e interés propio, una batalla continua compitiendo por dinero y poder. Un sistema disfuncional que continua acelerándose hacia su propia inviabilidad.

Aunque es cada vez más evidente para un número creciente de personas, la necesidad de desarrollar un nuevo orden, sigue siendo el llamado de nuestro tiempo. Para ello deben emerger nuevos paradigmas. Esta «nueva arquitectura mental» ha de ser el resultado de integrar la consciencia humana como una variable en los sistemas sociales, económicos y políticos.

Las corporaciones, todo luce indicar, enfrentan un dilema inevitable: continuar siendo parte del problema batallando por su supervivencia económica, al dar respuesta a las presiones competitivas y legales o transformarse ellas mismas al incluir los retos y desafíos sociales y ambientales para ser parte de la solución al adentrarse en una nueva comprensión respecto a las motivaciones humanas, que ofrecen luz a nuevas perspectivas y percepciones del mundo de los negocios.

Una avenida para lidiar con ese reto y de esa forma abrazar una nueva y emergente arquitectura empresarial, es el proceso de integrar cultura (quienes somos) y estrategia (lo que hacemos). Sin embargo para este proceso de integración, son los nuevos modelos mentales los que dan forma al «despertar corporativo», al abrazar la necesidad de resonar con personas y sociedades y no continuar «administrando recursos» hasta perder el sentido de viabilidad económica o hasta agotar todos los recursos.

El mejor negocio en el mundo puede estar basado en contribuir a tener un mundo habitable: un modelo que honre la vida.

La comprensión tradicional de la función del liderazgo, ligada a la capacidad de alcanzar objetivos e influenciar  personas buscando satisfacer clientes, necesita expandirse para lograr resonar con personas y sociedades. El centro de la gestión no puede seguir siendo el cliente y desde una visión que continúa siendo guiada por el interés propio, es la nueva comprensión de lo que significa ser humano, que nos lleva a conectarnos con la energía que inspira trascender el interés propio para crear valor económico y social, abandonando la toxicidad inherente a la «administración científica», iniciativas que se han mantenido ya por más de 100 años.

Las empresas con fines de lucro, las corporaciones, como el principal actor social en el mundo tienen una indeclinable invitación:  ser los pioneros en el nacimiento de un nuevo orden, uno que integre ciencia y consciencia, para crear valor económico y social en un contexto de sostenibilidad. Este es un juego totalmente nuevo.

Es esa mi comprensión y trabajo actual, el llamado al nacimiento de un nuevo modelo de negocios, uno que ha de ofrecer pleno significado a los humanos y proyección a la raza humana.