Liderazgo y transformación en las empresas familiares
Las empresas son el motor del desarrollo. Las empresas familiares, si bien dispone de amplias clasificaciones para su identificación, de forma simplificada pudieran entenderse como aquellas en las cuales sus fundadores o familiares tienen control accionario y/o están en alguna escala del gobierno corporativo.
Representan a nivel mundial cerca del 70% del total de empresas y en el caso español estas empresas representan cerca del 67% del empleo y el 58% del PIB, como bien lo detalla el Instituto de la Empresa Familiar.
Suelen tener una expectativa de vida familiar de tres generaciones para la mayoría de ellas. Sus temas fundamentales, la causa principal de esta debilidad cuando se compara con las empresas profesionales, tiene menos que ver con elementos técnicos o financieros que con los temas de liderazgo, cultura y gobierno corporativo: con el relevo generacional y las relaciones familia-empresa.
Debemos dedicar una importante atención a este tipo de empresas. La profesionalización de la gestión, el diseño del protocolo familiar, la comprensión de que los valores familiares deben ser expandidos y amalgamados con los valores del sistema humano que en ellas trabaja, evitar un liderazgo paternalista y un manejo interno familiar, relajar las presiones que emergen cuando miembros de la familia ocupan cargos ejecutivos, apoyar el proceso de crecimiento vertical de gestión, moverse en la direccion de dar la formación y experiencia adecuadas para llegar a cargos de dirección, son elementos que ameritan especial consideración y atención.
Toda organización plantea retos de peso en su proceso evolutivo. La empresa familiar suma a los retos conocidos de toda operación, la complejidad inherente a los entornos familiares y las presiones internas y externas que eso genera.
El apoyo a este tipo de empresas amerita experiencia profesional de gestión y la sensibilidad necesaria para comprender la naturaleza humana a fin de resonar con la familia, al estar lo suficientemente cerca para poder lograr la confianza y lo suficientemente alejado para tener la necesaria influencia profesional.
Es un proceso de enorme valor humano que ofrece singular recompensa a quienes tenemos el placer de trabajar en este campo.
Adolfo Jarrín
