Liderazgo deportivo
Las entidades deportivas, como toda institución conformada por humanos y que persigue objetivos, tienen en esencia, los mismos temas de liderazgo que cualquier otra organización.
Cambian los procesos de «negocio», sus normas, políticas y tipo de gobierno, pero en cuanto al liderazgo aplican los mismos principios. Gobiernos, ONGs, Empresas con fines de lucro, entidades deportivas, toda «creación institucional» amerita la alineación entre la estrategia y mejores practicas con su cultura y estilo de liderazgo.
Principalmente se trabaja de manera profesional en estos importantes tópicos en las empresas con fines de lucro, existiendo una brecha importante en el desarrollo, concepción y ejecución con el resto de las instituciones.
El «Líder» ha de ser seleccionado por el conocimiento y experticia sobre la naturaleza y los procesos propios de la institución (core business), como por su nivel de evolución y desarrollo personal, para de esa forma estar en capacidad de guiar equipos de forma pertinente y adecuada.
Las recientes declaraciones (las leo hoy), del seleccionado español Luis Enrique, reportadas en la prensa escrita: «las criticas al desempeño han de ser colectivas y no personalizadas», denota un desconocimiento preocupante de la gestión de liderazgo. No se actúa con respeto y justicia, cuando se evade asumir responsabilidades individuales. Desmotiva al equipo y no se hace justicia a los aportes individuales.
Luego comenta también «siempre defenderé a mis jugadores», lo que lleva a preguntarse entonces cual será el valor y profesionalismo de sus argumentos ante las personas a las cuales debe rendir cuentas. Esta defensa a ultranza de quienes le reportan es un estilo propio de organizaciones que nada bueno han dejado en nuestra historia. Un CEO de una empresa «regala» públicamente esas dos perlas y sin duda el Directorio se reuniría de urgencia para actuar.
Es de prever entonces que con este estilo de gestión, no se desarrollará el pleno potencial de la institución y se deteriora la imagen de quienes representa. Rubiales, que hizo lo correcto con la situación de Lopetegui, tiene en sus manos otra situación interesante. No se trata ahora de deslealtad, sino de una manifiesta incompetencia en temas de liderazgo, de quien lleva el día a día de la selección de un Pais.
Profesionales del deporte, en este caso entrenadores de fútbol, que tienen ingresos anuales a niveles de CEO de organizaciones importantes, pero con estilos de liderazgo ampliamente superados y ya conocidos como nocivos y no deseados. Queda un largo camino por recorrer para acercarse siquiera al deber ser en el tema.