El por-venir…

Sábado de reflexión y trabajo en el hotel, por cambio de planes de última hora, me permiten  aquietar ritmo y reflexiona. En este proceso me invade lentamente la sensación de la inevitable transformación en la que estamos. Ese mirar como siempre pero no ver lo mismo. Esa percepción  de que algo distinto pasa, que el entorno conocido no durará mucho tiempo.

Bogdan, amigo y cliente,  con quien exploramos el tema de la transformación individual y corporativa, saliendo de regreso a Bogotá desde Singapur, me hace llegar la introducción de la película «Change Squared» que trata sobre los impactos de la transformación digital y nos invita a comprender el valor  (y la necesidad de abrazar)  la dimensión humana.

Muy profesional, acompaña el impactante mensaje una música que me conecta con la angustia e intriga, la velocidad y profundidad de los cuadros, las frases que conectan, todo muy bien realizado y ejecutado, que deja ver entre todo ello la mente brillante y clara que diseñó la misma con la intención de llegar a la mente racional del profesional que todo lo analiza.

Emerge también esa sensación de que comparto el mensaje, pero que no me resuena la forma, que en este proceso de invitar a descubrir el ser, tal vez no debemos seguir apuntando al intelecto. Algo asī como que esa es la dirección pero no el vehículo, porque no logrará contribuir al despertar de los pasajeros. Que se comienza a sentir la necesidad de abordar algo, para ir a un lugar distinto, un sentido de urgencia que posiblemente nos confunda y pueda mas bien dificultar la conexión con lo esencial. Que tal vez, son somnámbulos hablado del despertar sin darse cuenta de que están dormidos.

Recibo también el video de @JoanAntoniMele de su charla en Buenos Aires en el evento denominado «Redefining Good Life». Su charla deja ver a la persona y al ejecutivo, en esta oportunidad hablando desde el SER y su llamado a la humanizaciones de las empresas. Un mensaje que se alinea con el anterior pero que es transmitido de forma más humana, precisamente desde lo que atesora su ser y tal vez confronta el ego. Ese regalo de conectarnos con el espíritu humano desde las artes para sumar valor a la visión del mundo corporativo de la gente y su modelo de negocios. 

Un mensaje lleno de coraje y valentía, cuestionador e invitacional, que se asienta en quien ya no forma parte del «status quo».

En mi caso, siento que el inevitable proceso del despertar individual y corporativo en el cual ya nos movemos cada vez más personas, nos invita a poder presentar un modelo o mapa para la evolución. Un mapa, que no el territorio, que incorpore el espacio de la consciencia y nos invite a fluir para crear valor económico y social.

Para ello invito a poner el acento en que a este proceso no nos acercamos desde las  esferas racional y moral. Es algo más profundo que eso. 

Por esto, tal vez el contexto tecnológico, la realidad operativa y el excelso profesionalismo no sean suficientes, como tampoco lo es la aproximación desde la educación y la ética o la moral.

En mi experiencia, la fina pluma, las palabras cálidas, el contacto sincero, las ideas profundas y la invitación a la introspección, que se logran desde la mente pura y no condicionada, deben acompañar el camino  para presentar el mapa para la evolución desde la perspectiva de la consciencia, cuya invitación no es más que a descubrir lo que nos hace humanos y no ya animales racionales.

A ello nos debemos, en ello seguimos…

 

 

 

Consultor internacional y escritor (venezolano, español). Agente de transformación de las organizaciones y sus lideres. Especialista en los procesos de integración cultura y estrategia, profesionalización de empresas familiares y “Turn-Arond” de negocios en crisis. Facilitador y Certificador de Barrett Values Centre

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