Transformación Organizacional
Es un tema recurrente y en agenda. Difícil hablar con un ejecutivo que no sienta que están o deben estar inmersos en procesos de «transformación organizacional».
Empresas con fines de lucro en todos los sectores: retail, industria, finanzas o servicios. Ayuntamientos, gobiernos regionales o centrales, incluso ONGs. El entorno tecnológico y social ha puesto sobre el tablero de la gestión y del liderazgo organizacional la necesidad de evolucionar de forma acelerada, para mantenerse viables o para poder cumplir la misión y alcanzar la visión.
Sin embargo, existe una confusión entre dar respuesta a presiones competitivas como resultado de avances tecnológicos ( digitalización), o de mercados (nuevos actores o cambio en patrones de consumo o estilos de vida), con la necesidad de dar respuesta a las necesidades y expectativas de personas, sociedades y naturaleza.
Los esfuerzos organizacionales para dar respuesta a las presiones competitivas se deben calificar como esfuerzos para el desarrollo organizacional. Tiene que ver con lo que hacemos y la ciencia es el vehículo para alcanzar los objetivos. Es el campo del gestor o gerente que administra.
Las iniciativas que buscan acercarnos a resonar con personas y sociedades tiene que ver con lo que somos como institución, corresponden en mi criterio a la transformación organizacional. Tiene que ver con lo que somos y la consciencia es el vehículo para dejar nuestro legado. Es el espacio del líder que inspira.
Este planteamiento nos invita a dar la bienvenida a la clara distinción que debe existir entre la estrategia (lo que hacemos) con la cultura (lo que somos).
Pretender «transformar» la organización desde la ciencia, genera desgaste y frustración. Las mejores prácticas son para los procesos y sistemas, las relaciones no se basan en «mejores prácticas» sino en personas integras y congruentes.
Buscar colocar la cultura al servicio de la estrategia, es confundir lo que hacemos con lo que somos, el rol que desempeñamos con la esencia de lo que somos, el legado con los objetivos, los impactos con las cifras.
Integrar estrategia y cultura en «un sólo ser» es tal vez el reto mas importante que enfrentan las organizaciones de cualquier tipo. Es la hora de incorporar los temas de consciencia para el despertar de las personas físicas y jurídicas, a fin de crear valor económico y social de forma sostenible, en un ambiente de equilibrios y estabilidades.
Es tan profundo el cambio, que representa un cambio de época.
