¿Consultores y/o Agentes de Transformación?

La consultoría gerencial, los apoyos al mundo de las empresas, están orientados a contribuir a alcanzar los objetivos organizacionales, a cumplir la misión y a alcanzar la visión.

En un modelo estable y viable, estos enfoques serian suficientes. Un ambiente predecible y controlable, la visión de administrar recursos, el interés propio, lo que antes era vital ahora luce insuficiente.

Sin embargo, muchas variables parecen dejar ver desarreglos que cuestionan no sola ya la viabilidad de largo plazo sino incluso la estabilidad actual del sistema.

Los crecientes conflictos y desarreglos económicos, sociales y ambientales, invitan a la comprensión del agotamiento de un modelo en el cual sus gestores o máximos responsables, deben entender la necesidad de transformar el sistema, no solo de mejorar lo que vienen haciendo. Es necesario hacer una pausa para reflexionar al respecto.

El sistema debemos reconocer, se ha vuelto disfuncional y no se arregla con los enfoques tradicionales, ni desde el mismo nivel de pensamiento.

Esta emergente realidad trae un reto de mucho calado. Los líderes actuales, en todos los campos y en especial el de las empresas, deben abrazar la responsabilidad de dar la bienvenida a nuevos enfoques y reconocer que la oportunidad existente amerita de un profundo cambio de sus modelos mentales, que permita dar luz a un modelo expandido de gestión. Se amerita abandonar el ego para abrir paso al despertar de la consciencia.

Los consultores entonces, no debemos (o podemos) seguir por el camino conocido. No se trata de ayudar a hacer mejor lo que luce insuficiente, ya que tal vez sea incluso la causa de los desarreglos.

Los consultores necesariamente hemos de comenzar a vernos como agentes para la transformación social a través de las empresas. Esto sin duda amerita también un cambio de paradigmas en la profesión.

En un mundo disfuncional ser funcional hace ruido. La mejor muestra de ir en el camino correcto es sacar de la zona de confort a quienes te contratan. Hay que estar muy claro para ello y adicionalmente ser muy seguro. Al final, estamos para contribuir a dar forma a un camino más abarcador, no a contribuir con el sistema actual, independientemente de la importancia del cliente o el valor del contrato.

Muy posiblemente en el corto plazo se demandará más  agentes para la transformación social a través de las empresas, que el rol tradicional y conocido del consultor que busca contribuir a dar forma y ejecutar una estrategia basada en los modelos mentales subyacentes desde la revolución industrial.

Empresas ricas y sociedades pobres difícilmente van de la mano mucho tiempo.

Las declaraciones de Davos en el 2020 apuntan en esta dirección, hace falta ahora reconocer que se amerita un cambio de paradigmas. Las personas físicas no logramos cambios permanentes sin un cambio de creencias y por tanto un nuevo sistema de valores. Es el mismo caso ahora para las «personas jurídicas», debemos cuestionar la raíz del modelo de gestión, el concepto mismo de liderazgo y la arquitectura que da forma a la estructura y sistemas de gestión empresarial .

El mejor negocio del mundo, tal vez comience a ser el contribuir a dar forma a un mundo distinto. Nadie como la persona jurídica tiene el potencial para ello y además parece vital para su supervivencia y evolución.

 

 

 

Consultor internacional y escritor (venezolano, español). Agente de transformación de las organizaciones y sus lideres. Especialista en los procesos de integración cultura y estrategia, profesionalización de empresas familiares y “Turn-Arond” de negocios en crisis. Facilitador y Certificador de Barrett Values Centre

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *