Ciclo De la Revolución Industrial a la Evolución Empresarial (5 de 5): Rol del sector privado.
He compartido una invitación que siento profunda. Una combinación de ideas, prácticas y experiencias realizadas, y también sueños. Sólo pretendo invitar a una pausa de reflexión al ejecutivo, empresario y político.
El mundo entero está en una transición sin precedentes. Pienso que no hace falta ahondar en detalles para ello. El Covid-19 es solo un catalizador de lo inevitable, un alto forzado que debe alertar que difícilmente podemos seguir el trayecto del modelo actual de desarrollo.
El modelo de convivencia está en riesgo, las ideologías políticas generan conflictos y tensiones que llevan a situaciones impensables desde la perspectiva del genero humano visto como especie. Rescato de nuevo mi invitación a comprender que el comunismo trae represión y muerte, el socialismo segregación y miseria y el capitalismo desigualdad social e insostenibilidad ambiental.
De todos ellos, hay que rescatar al único capaz de producir riqueza, EL CAPITALISMO, pero transformar sus carencias en virtudes y dar forma a un modelo mas abarcador y enriquecido. Hay excelentes iniciativas al respecto, destaco las de capitalismo consciente, pero percibo que tienen como tarea pendiente el cambio de paradigmas. Hay ideas para mejorar lo que hay, no para transformar en la profundidad que considero necesaria. Tenemos que darle pronto un enfoque mas abarcador al capitalismo. Empresas ricas y sociedades pobres no van de la mano mucho tiempo y el deterioro ambiental tiene que ser revertido. Los riesgos del fracaso de este modelo de libertades sabemos cual será.
Los ejecutivos tienen un reto sin precedentes, pero hermoso, no se les valorará solamente por su capacidad de desarrollar y producir bienes de valor económico y con el retorno adecuado para los accionistas, ni por cuanto empleo generan y el valor de los impuestos que pagan, deberán responder también por la capacidad de preservar la vida y los sistemas que la soportan para las próximas generaciones, y de la cohesión social que generan en el proceso.
Los riesgos a la libre empresa son muchos, las amenazas de limitaciones y regulaciones crecerán aún más y desde múltiples aristas fiscales, laborales, ambientales. Toca transformarnos de manera consciente.
El sector empresarial en Venezuela ha sido expropiado, agredido, castigado y desprestigiado. Nuestra gente, ha vivido un proceso de empobrecimiento e involución de todo tipo y en todos los ordenes sin precedentes, el nivel de dolor y sufrimiento social es indescriptible y difícil de comprender por quienes no lo han sufrido.
Venezuela necesita para su reconstrucción un sector privado fuerte y consciente y el menor tamaño posible de un estado eficiente, pulcro, transparente, capaz y sobre todo visionario.
Lo primero requerirá capital, profesionales y trabajadores competentes, lo segundo es la necesidad mas imperiosa y para la cual estamos como país mas preparados. Somos ahora un país económicamente pobre, con su tejido social muy afectado pero con el tono de relaciones y amor para reconstruirse. Todo dependerá de la idoneidad del liderazgo político y empresarial.
No me preocupa el venezolano, al mismo le apuesto con los ojos cerrados, me preocupa lo que entendemos históricamente por liderazgo y lo que ha sido el ejercicio del mismo en el tiempo que mi memoria puede recordar.
La libertad económica que acompañe el nuevo modelo político ha de venir de la mano de empresas conscientes, ejecutivos despiertos y sindicatos de avanzada. El libre mercado no puede seguir acompañado solo de ambición, hay que sumar a la ecuación la consciencia y sentido de trascendencia.
Toca recomponerse desde otro nivel de pensamiento, invito y lo hago de corazón a que demos forma a una arquitectura social y económica distinta, sensible y humana pero profesional, cercana pero respetuosa, que valora el colectivo desde los aportes individuales, que de lo mejor de nosotros mientras inspira lo mejor de otros, que asuma la responsabilidad por nuestro futuro colectivo desde el despertar individual, que tome el protagonismo y las riendas del presente para dar forma a un futuro consciente y por tanto brillante.
De los caldos de cultivo más exigentes emergen los anticuerpos mas poderosos. Toca a los lideres empresariales y políticos abrazar la idea de que la profundidad de la crisis y por tanto la magnitud del reto, amerita soluciones distintas, no creo que hay cabida para mas experimentos que buscan maquillar lo que no funciona, es hora de diseñar un nuevo orden. En Venezuela sumamos el talento y el amor para ello.
La gente quiere y puede, el liderazgo necesita saber. Es su momento y lugar.